viernes, 25 de mayo de 2018

El perro. Un cuento del Premio Nóbel de Literatura J. M. Coetzee.

El letrero en la reja advierte “Chien méchant”, y el perro definitivamente es méchant. Cada vez que ella pasa por ahí el perro se lanza contra la reja, aullando de deseo por alcanzarla y hacerla pedazos. Es un perro grande, un perro en serio, un tipo de pastor alemán o de Rottweiler (no sabe mucho de razas). Desde esos ojos amarillos, siente el odio más puro brillar sobre ella.

Después, cuando deja atrás la casa con el chien méchant, ella rumia sobre ese odio. Sabe que no es personal: quienquiera que se acerque a la reja, quienquiera que pase por ahí caminando o en bici, estará en el polo receptor de esa rabia. Pero ¿qué tan profundamente se sentirá ese odio? ¿Será como una corriente eléctrica que se enciende cuando se percibe un objeto y se apaga cuando el objeto se desvanece al doblar la esquina? ¿Los espasmos de odio seguirán agitando al perro cuando está otra vez solo, o será que la rabia se calma de pronto, y que el perro regresa a un estado de tranquilidad?

Ella pasa en bici frente a la casa dos veces al día entre semana, una de camino al hospital donde trabaja, la otra después de terminar su turno. Como sus recorridos son tan regulares, el perro sabe cuándo esperarla: incluso antes de que aparezca en su campo de visión él está en la reja, jadeando con ganas. Como la casa está en una pendiente, su camino de las mañanas, de subida, es lento; en las noches, afortunadamente, logra pasar rápido.

Puede que no sepa nada de razas, pero tiene una muy buena idea de la satisfacción que el perro obtiene de sus encuentros. Es la satisfacción de dominarla, la satisfacción de ser temido.

El perro es un macho sin castrar, por lo que puede ver. No tiene idea si él sabe que ella es una hembra, si para sus ojos un ser humano debe pertenecer a algún género, que corresponde al género de los perros, y por lo tanto si él siente dos tipos de satisfacción al mismo tiempo —la satisfacción de una bestia dominando a otra, la satisfacción de un macho dominando a una hembra. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: www.nexos.com.mx/?p=37479

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