jueves, 15 de octubre de 2015

Cómo aproximar a los niños y jóvenes a la lectura y escritura (Fundalectura, Colombia). Mª Teresa Andruetto


En el conversatorio que realizó Fundalectura con María Teresa Andruetto, premio Hans Christian Andersen 2012, pensado especialmente para las maestras y formadores que hacen parte del proyecto de Jardines Acunar, Andruetto compartió algunos consejos sobre cómo aproximar a los niños y jóvenes tanto a la lectura como a la escritura y la creatividad.


Para la creación
Andruetto realizó talleres con niños provenientes de colegios privados e instituciones públicas y centró su esfuerzo en articular al grupo para que la experiencia de los niños fuese una y se comunicaran en un mismo lenguaje sin importar su procedencia. Andruetto encontró que mediante juegos de lenguaje y de escritura era posible cruzarlos e instarlos a relacionarse entre sí. Asimismo vio que ciertos ejercicios y provocaciones lúdicas impulsaban la aparición de miradas auténticas en los niños. Su apuesta siempre se centró en la inventiva y en el desarrollo de lo imaginario para escuchar las voces privadas de cada niño contando su propia historia. También evitó todo trabajo de corrección que los estresara y los hiciera sentirse en medio de un examen.

En unos talleres de escritura con jóvenes encarcelados que realizaba junto con una artista plástica, tuvo que enfrentar el dilema entre dar rienda suelta a la creatividad de los jóvenes sin restricción alguna o impulsar la creatividad con un condicionamiento previo. En palabras de Andruetto, “al dejar a los niños libres, estos suelen anularse y en vez de hacer algo original, copian los lugares comunes que conocen, pero cuando les pones un obstáculo, en el intento de resolverlo suele desplegarse la creatividad genuina”. La manera en que los jóvenes hacen frente a los límites impuestos hace que emerja la voz auténtica de cada quien. “Siempre defiendo no dejar el campo completamente abierto porque es probable que lo que aparezca no sea lo más propio sino lo que presiona desde afuera”.

Andruetto reconoce cuatro momentos presentes en todo proceso creativo y recomienda tenerlos en cuenta en talleres con jóvenes para sacar el mayor provecho posible del poder fabulador de cada uno.

Un primer momento consiste en el estímulo de la sensibilidad al compartir otras obras, imaginaciones o creaciones que inspiren a los jóvenes y los conmuevan de alguna manera.

El segundo momento consiste en la imposición de una regla u obstáculo que impongan la necesidad de un esfuerzo y las ganas de los chicos por alcanzar una meta específica. Este momento de la creación hace que los jóvenes despierten su intelecto y pongan su mente a pensar en caminos posibles para superar el problema.

En el tercer momento habría cabida a un proceso de introspección y elaboración en el que los jóvenes generan sus respuestas personales y llevan a cabo la creación de un producto concreto.

El último momento supone la socialización de lo que cada uno ha hecho. Para Andruetto este momento es esencial puesto que en la alegría de compartir la creación, se da también la posibilidad de una retroalimentación que lleve a cada niño a perfeccionar lo que han hecho, algo así como un proceso de revisión y reescritura de la creación. Según Andruetto el proceso creativo siempre es uno de carácter inacabado que se nutre constantemente gracias al compartir con otros. CONTINUAR LEYENDO

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