miércoles, 17 de junio de 2015

El cuervo - The Raven. Edgar Allan Poe

EL CUERVO. Edgar Allan Poe

Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,
meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral
y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido, 
como si alguien muy suavemente llamara a mi portal. 
"Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal;
sólo eso y nada más." 

¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre! 
Cada chispa resplandeciente dejaba un rastro espectral.
Yo esperaba ansioso el alba, pues no había hallado calma
en mis libros, ni consuelo a la perdida abismal 
de aquella a quien los ángeles Leonor podrán llamar
y aquí nadie nombrará. 

Cada crujido de las cortinas purpúreas y cetrinas
me embargaba de dañinas dudas y mi sobresalto era tal 
que, para calmar mi angustia repetí con voz mustia:
"No es sino un visitante que ha llegado a mi portal; 
un tardío visitante esperando en mi portal.
Sólo eso y nada más". 

Mas de pronto me animé y sin vacilación hablé:
"Caballero -dije-, o señora, me tendréis que disculpar
pues estaba adormecido cuando oí vuestro rasguido
y tan suave había sido vuestro golpe en mi portal
que dudé de haberlo oído...", y abrí de golpe el portal:
sólo sombras, nada más. CONTINUAR LEYENDO (El poema aparece también en inglés)

No hay comentarios:

Publicar un comentario