viernes, 13 de febrero de 2015

LAS PALABRAS CONTRA LA GUERRA: IRENE VASCO

COLOSO DIA 7 (158)
No teme abrir libros en zonas de guerra. Tampoco cerrarlos. Aunque lee para llegar a lugares extremos en selvas a las que nadie quiere entrar, también sabe guardar los libros, callarse y escuchar. El libro no es un objeto sagrado, todopoderoso. A veces las historias primero las cuentan las comunidades que visita y luego, poco a poco, se van abriendo a los libros.
Y los libros los van abriendo al mundo en el que ella cree, uno donde viven muchos monstruos, más gordos y más grandes que los que disparan armas, capaces de arrancarle la cabeza al dolor y a la rabia.
Cuando Irene Vasco me habla de su trabajo, imagino que estamos en otro lugar: veo cómo sube y baja por senderos que se han enyerbado porque casi nadie camina por ellos, senderos que se han borrado para que nadie los recuerde, para que nadie se meta donde no lo llaman. Pero ella va, con otros colegas, y enfrenta las miradas de desconfianza sobre los suelos de tierra. Entra en zonas de paramilitares, donde hay guerra, violencia y desconsuelo. Llega a comunidades campesinas, indígenas, de desplazados; a zonas rurales por todo Colombia, y se abre paso porque tiene claro lo que busca: niños, maestros, bibliotecarios, padres a los que atrapar con la palabra escrita. CONTINUAR LEYENDO

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